El community manager que estudió diseño gráfico

A y B (iniciales ficticias) son dos excelentes diseñadores gráficos.
A perdió clientes por llenar las redes sociales de su empresa con comentarios políticos que no tenían nada que ver con sus productos.
B es un tipo que me maravilla como diseñador, pero sobre todo por su historia personal. Aun así, B ha perdido clientes por vacilarles, y ha cometido errores peores en sus perfiles corporativos.


¿Dejarías la #comunicacióncorporativa de tu empresa en manos de A o B?
Si buscas un #communitymanager, contrata a un experto en publicidad y relaciones públicas o a un #periodista. Hasta ahí seguramente estemos de acuerdo (o no, visto lo visto).

Si además de gestionar tu comunicación quieres que te diseñe banners, carteles y demás, un periodista o un relaciones públicas (de los de verdad, no los que reparten flyers) se podrá defender con Photoshop e InDesign si ha tenido alguna asignatura de diseño en la carrera, pero dudo mucho que encuentres uno que haga las maravillas que hacen A y B, porque para empezar, ellos saben dibujar.


Si quieres que tu community manager sepa de comunicación, diseño gráfico, SEO, programación y diseño de páginas web, y grabación y edición de vídeo y fotografía, puede que encuentres alguien que tenga conocimientos de casi todas esas áreas, pero no va a ser un experto en todas ellas. No lo hará todo igual de bien que si contratas a 4 o 5 expertos.

Tú decides qué valor quieres darle a esas tareas en tu empresa.


¿Y vosotros qué pensáis? ¿La falta de presupuesto justifica que se busque al community multitarea o se pide por desconocimiento? ¿Prima el precio sobre la calidad?

Respuesta ciudadana ante las presiones de Marruecos

Según datos del ICEX, en Marruecos había 357 empresas españolas en 2018. Si el país de Mohamed VI presiona a España con la inmigración cada vez que se siente mínimamente perjudicado (ahora por atender a Brahim Gali en La Rioja, en 2014 porque la Guardia Civil paró una flotilla del susodicho en un control rutinario) ¿Debería España plantearse un bloqueo económico a Marruecos o desincentivar la llegada de turistas desde España? ¿Qué soluciones hay si la Unión Europea en su conjunto no afronta el flujo migratorio como un asunto que requiere una respuesta global?
No sé lo que puede hacer España, pero sí sé lo que podemos hacer como ciudadanos:
No viajar a #Marruecos y hacer un viaje solidario a los campamentos de refugiados saharauis cuando termine la guerra (porque ahora mismo se está librando una guerra entre el Polisario y Marruecos, aunque no aparezca en los medios) y la pandemia esté controlada; no comprar productos que vengan del reino absolutista (el código de barras empieza por 611); y si eres empresario, no invertir en suelo marroquí, y mucho menos en territorio ocupado. La decencia por encima de los bajos costes de producción.

Ante la pasividad y hasta el silencio político, pequeños gestos ciudadanos.

Si más adelante quieres visitar los campamentos, podrás hacerlo a través de la ‘Asociación Amistad Saharaui’, o aprovechando la celebración del FETESA (festival de teatro) o el FISAHARA (Festival de cine).
#SaharaOccidental

VOX, la televisión y los Millenials

¿Conocen al secretario/a general de PACMA? ¿Y al de Recortes Cero? ¿Quién manda ahora en UP yD?

Todos estos partidos consiguieron más votos en las últimas elecciones generales de los que consiguió VOX, sin embargo no recibieron atención mediática durante las autonómicas andaluzas mientras que el partido de Abascal sí.

VOX llenó Vistalegre y apareció en todos los medios como algo extraordinario, cuando otros partidos llenan recintos con aforo similar y no se le da ninguna trascendencia.

Los medios de comunicación no tienen el monopolio de la información, pero sí un peso todavía mayoritario, por lo que son un factor a tener en cuenta para preguntarse porqué se ha producido esta subida del partido de extrema derecha.

Pero también hay otros factores, como su presencia en las redes sociales o la difusión de sus ideas mediante  Whatshapp o  Telegram.

¿Los votantes de VOX de la Generación X y los Baby Boomers habrán oído hablar del partido por redes sociales y Whatshapp? Pues en menor medida que los Millennials, sin embargo, según varias encuestas (CIS, GESOP, Simple Lógica…),  el perfil del prototipo de votante de VOX es precisamente Millenial: Hombre universitario (el nivel académico varía en función de la encuesta), de mediana edad.

Una franja de edad en la que se consumen cada vez más contenidos en Internet y menos en los medios tradicionales. Y además consumen información con una multipantalla:

Mientras leen prensa digital o ven contenidos televisivos, tienen abiertas las redes sociales y consultan aplicaciones de mensajería.

En definitiva, los medios tradicionales han influido en el ascenso de VOX, pero el partido de extrema derecha ha hecho un buen trabajo en las redes sociales.

También es responsabilidad de los partidos políticos perder la confianza de sus propios votantes, principalmente del PP y Ciudadanos, o el desgaste del PSOE ( ahora con 14 diputados menos) después de gobernar durante 40 años, pero eso ya da para otra entrada.

Vox

Foto sacada de la cuenta de Abascal en Twitter. 

Gol por la escuadra a los proxenetas

La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, dijo que le habían «metido un gol por la escuadra» a su departamento por autorizar la creación de un sindicato de trabajadoras del sexo.

Valerio debería solicitar una revisión del VAR, porque parece que el gol se lo han metido a los proxenetas.

Según el diccionario de la RAE, un sindicato es una «asociación de trabajadores para la promoción y defensa de sus intereses» ¿Qué hay de malo en que unas profesionales defiendan y promocionen sus intereses?

El verdadero problema es que haya prostitutas en las rotondas explotadas por chulos. Prostitutas que vienen a España engañadas; a las que les retienen sus papeles; que viven en los propios puticlubs clandestinos; que no pueden decidir libremente ejercer la prostitución o no.

No es el caso de estas «trabajadoras sexuales», como ellas mismas se denominan, que se han  empoderado de los proxenetas, y que se definen a sí mismas como feministas. Lo que están buscando son sueldos dignos, condiciones higiénicas de trabajo, pensiones dignas, derechos en definitiva. Y obligaciones, como por ejemplo pagar impuestos.

La venta ambulante de falsificaciones está perseguida con hasta 400 euros de multa, sin embargo, en 2015 se creó el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, que ha permitido a los ‘manteros’ crear su propia marca y venderla, en lugar de vender falsificaciones.

Por otro lado, la prostitución en España se mantiene en la alegalidad, pero durante muchos años ha sido sustento económico de periódicos y televisiones, disfrazada de ‘contacto’, sin que supusiera ningún problema para los sucesivos gobiernos.

No es el momento de prohibir, si no de legislar. Pero legislar desde la centralidad, sin dejarlo en manos de la voluntad de cada ayuntamiento. Los derechos y obligaciones deben ser las mismas, independientemente de dónde se ejerza la prostitución.

La ministra pretende erradicar un sindicato, pero los sucesivos gobiernos han hecho bien poco contra la precarización del trabajo, incluso la han fomentado permitiendo una liberalización que se ha traducido en la pérdida de derechos para los trabajadores.

Miel Guernica es licenciada en filología. Después de trabajar de camarera, portera o repartiendo publicidad, decidió dedicarse a la prostitución.

Según su página web, cobra por sus servicios entre 65 y 200 euros, por un máximo de una hora de trabajo.

El informe ‘Periodismo en la UVI‘, publicado por la CNT, refleja que un periodista autónomo puede cobrar entre 5 y 8 euros por redactar una noticia para alguna agencia, y un máximo de 120 por publicar un reportaje escrito (sin fotos) en una revista.

Esos son los datos, saque usted las conclusiones.

Mi bandera

Nací en España, eso pone en mi DNI.

También podría haber nacido en otro sitio; tal vez en Francia o en México si mi abuelo Pedro hubiera seguido los pasos de su padre y se hubiera metido en política.

Podría haber nacido en cualquier parte del mundo si el trabajo de mis padres les hubiera llevado a recorrer el mundo; como Fernando Fernán-Gómez, que nació en Lima por casualidad.

El caso es que nací en España y soy español. No por decisión propia, porque nadie elige donde nace.

Siempre he sentido aprecio por La Mancha y su gastronomía. Me gusta comer los platos típicos de Villarobledo, como los hacía mi abuela y como los hace mi madre. Y digo de Villarobledo porque si te vas a Socuéllamos o a Toledo pueden variar. Siento devoción  por el gazpacho manchego; las migas ruleras; las gachas…

Pero nací en Valencia, porque aquí vinieron mis abuelos con sus hijos, y aquí vivía mi familia paterna.

También disfruto con un buen cocido valenciano, con su pelota y su blanquet; o del arroz de puchero, hecho en cazuela de barro con los restos del cocido; o de la paella de mi tío Rafa, cocinada a la leña ¡La auténtica!

También siento mío el valenciano (o catalán a la manera de Valencia, como diría Ovidi Montjor), una lengua que muchos consideran que no vale para nada, pero forma parte de nuestra cultura. Una lengua que me permite leer sin intermediarios a Vicent Andrés Estellés o a Ausiàs March, y también a Miquel Martí i Pol o a Salvador Espriu.

Una lengua que mi padre y mi tía Amparo nunca aprendieron, a pesar de vivir siempre en Valencia. Nunca la aprendieron porque fue perseguida por  la dictadura franquista.

Cuando voy a Catalunya siempre ando como loco por comerme una escudella, o unos calçots en temporada; las fabes con almejas en Asturias(aunque sea en agosto); el rabo de toro en Córdoba, un cocido en Madrid…

Sin embargo, tras la fiebre nacionalista que ha enfermado a España, cada vez me siento menos español. Hace mucho que la rojigualda dejó de ser mi bandera, pero tampoco se me torcía el gesto al verla.

Estoy empachado de encontrarla en balcones; en bares (hasta en el chino de debajo de mi casa); en pulseras de políticos mangantes; o sostenida por algún youtuber con aires de matón de colegio (la fama está muy barata).

La paella; el gazpacho; els calçots… ¡Esa es mi bandera!

 

Gazpacho

Mi madre hace el gazpacho con menos caldo y la torta rota a mano, pero seguro que estaban buenos.

 

 

 

¡Viva la liberalización!

Cuando estudiaba economía en la universidad, había una ecuación cuyo resultado nunca me creí:

Mayor inversión en formación = mejores sueldos.

Resulta que un club de fútbol de de primera división que ha jugado en Champions, o lo que es lo mismo, una empresa que mueve millones de euros cada año, busca reportero/a para cubrir los partidos del equipo ¿Sueldo? 150 euros al mes, 1800 euros brutos al año. No, no me comido ningún cero. 150 euros al mes. Un equipo de primera división.

Como saben que es un sueldo insultante ponen una nota al margen: Son dos fines de semana al mes. Como si ser reportero no implicara un trabajo previo durante la semana. Como si algún periodista que viva de cubrir retransmisiones deportivas cobrase 150 euros al mes. Lo arreglan diciendo que » Eventualmente se podrían hacer grabaciones entre semana que incrementarían el importe«.

¿Cuánto tiempo es eventualmente? ¿Un momento puntual? ¿ De cuánto dinero estamos hablando?

Alguien bienintencionado podría pensar que lo que ofrecen es un contrato de prácticas. Pues no. Piden el título de periodismo, experiencia como reportera (en el texto de la oferta, a veces pone reportero/a, y otras reportera a secas) en alguna televisión local (será que las que tienen experiencia en canales nacionales piden mucho), valenciano nativo e inglés C1.

Este club pretende aprovecharse de la afición al fútbol de muchos periodistas. Vas a ver partidos gratis ¿Para qué quieres ganar más dinero? Total, ¡si hay quien lo haría gratis e incluso pagaría por ello!

Y esa es otra, los medios de comunicación con estructuras piramidales donde tienes que pagar por emitir tu programa. Rellenas su parrilla y encima les tienes que pagar, y buscar los anunciantes tú, cuando son ellos los que debería pagar a los periodistas ¿O Pepa Bueno paga a la SER para hacer ‘Hoy por hoy’? Y quiero remarcar lo de la estructura piramidal, no estoy hablando de radios alternativas con estructura horizontal, donde pagas pero tienes voz y voto en la organización.

También es indecente que algunos medios paguen a una minoría de sus empleados, y el resto sean becarios o colaboradores que no perciben sueldo alguno o ganan una miseria (más o menos lo que ofrece ese club de fútbol a titulados). O todos cobramos dignamente o el patrón al río.

Con esto de que el periodismo es una profesión vocacional nos la meten doblada ¿Pero hay alguna carrera que no sea vocacional? ¿Alguien se pasa cuatro años o más estudiando sin que le guste su futura profesión?

En este texto me he centrado en los atropellos salariales de los que son víctimas los periodistas, lo triste es que podemos encontrarlos en casi cualquier sector, y en la mayoría de casos es legal.

Pero oye, sigamos celebrando la creación de empleo y la recuperación económica. Sigamos criminalizando a los estibadores y a los trabajadores del metro.

PP-Explotacion-trabajador

Cómplices extraños

El Govern de Catalunya ha vuelto a situarse al margen de la legalidad para intentar que la sociedad catalana pueda decidir si quiere seguir formando parte de España o quiere ser una república independiente, como ya lo hiciera con el referéndum del 9 de noviembre de 2014, o con las elecciones autonómicas pretendidamente plebiscitarias de 2015.

En el referéndum ganaron los catalanistas, y en las elecciones consiguieron una mayoría absoluta en el Parlament, aunque esto no se vio reflejado en los votos  (47%).

Pese a todo, Catalunya siguió siendo una autonomía de España y la cosa no pasó a mayores, ya que la legalidad española no lo permitía.

Estos intentos de conseguir la independencia estuvieron precedidos por un Estatuto de Autonomía que el presidente Zapatero prometió apoyar, y que ante los recursos de inconstitucionalidad denunciados por el Partido Popular, el Tribunal Constitucional tumbó 14 artículos.

En esta ocasión, el catalanismo ha encontrado en el Gobierno del Partido Popular a su mayor aliado (aunque involuntario), con el Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido y el Presidente Rajoy a la Cabeza.

El despliegue policial y de Guardias Civiles que organizaron era totalmente prescindible, a tenor de los precedentes existentes. Era totalmente innecesario tratar de impedir la votación (que se produjo de todos modos) a base de represión armada. Bastaba con una nueva sentencia judicial.

Más allá de la reprobable violencia institucional hacia personas que estaban desobedeciendo pacíficamente, la actitud de algunos policías y Guardias Civiles que sobrepasaron sus funciones tampoco ayuda en nada. Basta con ver las imágenes del policía rompiendo los dedos de la mano Marta Torrecillas, quien también ha denunciado tocamientos. Por supuesto, las acusaciones de agresión sexual deben demostrarse, pero no hay que olvidar que siempre se han producido las guerras, y lo de ayer se le parecía.

Empujones escaleras abajo también hemos visto varios, y un policía tomando impulso para hacer el mayor daño posible al chafar a una persona que ya estaba en el suelo.

Hay que denunciar la violencia de los que tiran vayas y piedras a las fuerzas opresoras, pero es todavía peor cuando actúan igual los que tienen que proteger la ley.

Los que responden a los ataques de la llamada ‘violencia legítima’ (la que ejerce el Estado, para no confundirnos), están devolviendo el favor a Rajoy, regalándoles un argumento para que los suyos justifiquen el linchamiento de manifestantes.

También es lamentable que algunos manifestantes oculten su rostro con capuchas pañuelos y gafas, porque los que defienden una causa justa no tienen nada que esconder, a no ser que su objetivo sea generar el caos y quedar indemnes. Pero esa actitud no se produce solo en casos de enfrentamiento, también en manifestaciones que transcurren con normalidad, sobre todo cuando aparecen cámaras de televisión. En España la gente ya se escondió demasiados años por sus principios, como para que lo hagamos nosotros ahora. La clandestinidad se acabó.

También son denunciables los intentos de intimidación por parte de la extrema derecha, acudiendo a manifestaciones y actos en defensa del derecho a decidir. Los que están a favor del derecho a decidir, no debe entrar en su juego para no proporcionarles la foto que buscan, y las contramanifestaciones, contra más alejadas mejor. No tienen necesidad de comportarse como ellos.

Estoy a favor de que los catalanes decidan libremente (lo del 1 de octubre no fue libre) si quieren formar parte de España o no.

Sin embargo, mi deseo es que sigan formando parte de ella, concretamente de una España en forma de república federal.

El deseo de superar la constitución del 78 y la desafección con este régimen, es compartido más allá de Catalunya.

Algo de luz sobre las subvenciones al cine

Hace poco publicaba Las Provincias una noticia de Europa Press con el siguiente titular: «Más de 20 películas españolas estrenadas en 2016 no han llegado a 100 espectadores«.

Muchos de los comentarios de los lectores hacían hincapié en el manido tema de las subvenciones, dando por hecho que las películas mencionadas las habían recibido. La mayoría de títulos ni me suenan ¿Por qué?

Seguramente sean películas pequeñas sin subvenciones ni televisiones detrás, por eso apenas habrán gastado dinero en publicidad y distribución, y la consecuencia es que no han tenido espectadores. El gasto óptimo en publicidad debe ser como mínimo lo que cuesta producirla, y me juego una mano a que después de producirlas no les quedaba dinero.

Las películas que más recaudan sí suelen recibir subvenciones, y eso no quiere decir que sean mejores, ni mucho menos, de hecho son las que más dinero reciben porque una parte de las ayudas están supeditadas a la recaudación de la película en taquilla. Por ejemplo, para cobrar las ayudas del ICAA en relación a la venta a la venta de entradas, hay que vender 60.000, o 30.000 si están hechas en una lengua cooficial o si el director es novel ¿Os vienen a la cabeza muchas películas rodadas en catalán, euskera etc en los últimos años? A mi ‘Pa negre’ y poco más, y si os vienen pocas a la cabeza, probablemente las que hay no han tenido 30.000 espectadores.

Por otro lado, si pensamos en directores que hayan tenido éxito con sus primeras películas, puede que haya alguno más, como Daniel Sánchez Arévalo, Amenabar, Jonas Trueba…Pero vamos, no creo que haya muchos directores que consigan vender 30.000 entradas con sus primeras películas.

Este tipo de subvenciones por recaudación ha generado algún casos de fraude de productores que hinchaban la taquilla comprando parte de las 30.000 o 60.000 entradas necesarias para cobrar las ayudas.

Las ayudas se cobran con años de retraso, con lo cual hay que tener un capital importante para rodarla, de hecho, para recibirlas, el productor tiene que demostrar que dispone de un porcentaje X del dinero que va a recibir, por ejemplo un 30% de 20.000 euros, dependiendo de la administración que otorgue la subvención ¿Cómo se consigue ese dinero? Muchas veces pidiendo créditos y poniendo viviendas como aval. La administración pública paga tarde, pero el banco no perdona.

Otro falso mito es que las subvenciones se las lleva el director. Por lo general, las ayudas se cobran a través de una productora, aunque sean ayudas otorgadas en base a un guión o para el desarrollo de uno. Ni director ni guionista, o hay una productora detrás o no se cobran.

De las películas citadas en la noticia solo he visto ‘L’Ovidi-El making of de la pel.lícula que mai es va fer‘, una mezcla entre documental y ficción que en principio iba a ser exclusivamente de ficción, y negociaron para que Canal 9 la produjera, pero la cadena autonómica se hechó atrás en el último momento, poniendo en peligro la realización de la cinta, que finalmente necesitó de una campaña de crowdfunding y una reescritura del guión para salir a la luz.

Los títulos que se mencionan en la noticia (muchos de ellos documentales) habrán tenido pocos espectadores en proyecciones comerciales, pero no hay que obviar que hay otras vías de exhibición y de obtención de ingresos, como festivales, reproducciones en plataformas on line, venta de DVD etc. Solo con su proyección en Mostra Viva del Mediterrani, la película sobre Ovidi Montllor ya tuvo más espectadores de los que tuvo en sala, y además se pudo ver en el Festival de Málaga. Estas películas al menos se han estrenado en cines y han recaudado algo, otras muchas ni eso.

Toda esa gente que le molesta que el cine tenga subvenciones, principalmente porque los del cine «Son unos rojos antipatriotras que solo hacen películas de la Guerra Civil», me pregunto que opinarán sobre las multinacionales a las que se les ceden terrenos públicos para que se instalen en España, cuando al pequeño empresario le ahogan con la cuota de autónomos; o qué piensan de los hospitales pagados por las administraciones y gestionados por empresas privadas que buscan el beneficio económico por encima de la salud de sus pacientes; o qué les parece que clubes de fútbol profesionales estén sustentados en parte por dinero público.

Son gente a la que les molesta que Trueba dijera que no se siente español, pero les da igual que no haya pagado a los autores del argumento de ‘La niña de tus ojos’ por utilizar los personajes que crearon en ‘La reina de España’.

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Eduard Fernández en ‘L’Ovidi-El Making of de la pel.licula que mai es va fer’, dirigida por Vicent Tamarit y protagonizada por el actor catalán y Rosana Pastor.

Onanismo cinéfilo (o paja mental sobre cine)

¿Qué es una buena película?
Una buena película es aquella en la que los pros son más numerosos que los contras. Puede parecer una perogrullada (casi propia de Rajoy), pero con esto quiero decir que no estoy hablando de obras maestras perfectas, las buenas películas pueden tener debilidades.
¿Tiene que haber una evolución de los personajes a lo largo de la película? No necesariamente. En muchas películas de Woody Allen los personajes hacen un camino para volver al mismo punto en el que estaban. Siguen siendo igual como personas, y además cambian de pareja para volver con la misma.
¿Las interpretaciones deben ser creíbles? Tampoco es vital. Pensemos en ‘Sueños de un seductor (Play it again, Sam)’ ¿El personaje de Woody Allen besa a Diane Keaton de una manera creíble la primera vez que lo hace ? Es totalmente exagerado. El personaje de Allen es exagerado en casi cualquier momento de la película, pero se lo perdonamos.
Sus personajes suelen tener diálogos brillantes ¿Hay gente tan locuaz en la vida real? ¿Qué digan una frase brillante detrás de otras? Probablemente no, pero es un placer escucharlos y dejarnos sorprender.
¿Una buena película debe tener ritmo? ¿Debe entretener? Si pensamos en el cine contemplativo, la palabra no es entretener ¿Tienen el ritmo adecuado para contar la historia que quieren contar? Es una decisión del director, pero sin duda se pueden contar esas historias con un montaje más ágil, sin tanto plano general estático ¿Eso hace mala a ‘Paisaje en la niebla (Landscape in the mist)’? No. La historia también es poco creíble, hay que hacer un pacto con Angelopoulos para entrar en la película, aun así nos puede gustar olvidarnos del realismo y dejar que nos cuente un cuento para adultos, y es que a veces parece más cercana a la literatura que al cine (o por lo menos al cine del paradigma americano).
Fiándonos de la traducción, alguno podría pensar que la niña habla como un adulto, y se comporta con más madurez que alguno de ellos (como el actor joven), pero ahí está el juego (y a veces pasa).
La migración, el desarraigo, la búsqueda de las raíces, negarse a crecer, matar al padre (o a la madre en este caso), seguir nuestro propio camino… No me atrevería a decir que todos sean temas universales, como el amor o el odio, pero son temas que se repiten durante siglos, y con alguno de ellos o con todos nos podemos sentir identificados, y son temas que trata la película. Además la fotografía es bella, y la secuencia de la violación es brillante.
Unas cosas por otras. No son películas redondas, pero son buenas películas, incluso notables.
Tal vez una buena película sea aquella que como mínimo cumpla con tus expectativas ( siempre que estas sean positivas), luego ya están las obras maestras como ‘Casablanca’.

PD: No solo veo películas de culturetas, también he visto infinidad de veces ‘Cha, cha, cha’ o ‘Love actually’, y me encanta Indiana Jones.

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‘Sueños de un seductor’

 

En busca del enémigo

Haciendo un riguroso y concienzudo estudio demoscópico tras las elecciones (vamos, que me he metido en Facebook a ver los muros de mis amigos), observo que muchos votantes podemitas responsabilizan a los votantes tradicionales de Izquierda Unida de los resultados de Unidos Podemos. Es más fácil buscar un enemigo que hacer autocrítica.

Decir que los resultados electorales de la coalición se deben únicamente a que los votantes de Izquierda Unida no han ido a votar me parece simplista ( al fin y al cabo, los políticos son los primeros que dan argumentos simplistas), es solo un factor más.

Para empezar, Alberto Garzón barrió en la Asamble Federal de IU y es el político mejor valorado, lo lógico (si la la lógica existe más allá de la filosofía) sería pensar que la mayoría de votantes de IU le han vuelto a votar.

¿Creen que gobernar en ayuntamientos o comunidades no desgasta? ¿Que no habrá quien le eche la culpa a Podemos de no haber llegado a un acuerdo con el PSOE? ¿Ningún votante de Podemos ha dejado de votarles por aliarse con Izquierda Unida? ¿Nadie a dejado de votarles por moderar su discurso? ¿Por decir que son de izquierdas en lugar de «los de abajo»? ¿Por decir que son socialdemócratas o socialistas? ¿La personalidad y actitud de Pablo Iglesias no influye para nada en los votos de Podemos? ¿Nadie se ha quedado en casa confiado en que el «sorpasso«estaba hecho?

Cada cual puede haber votado o dejado de votar por muchas razones, incluso contradictorias.

La dirección de Izquierda Unida también tendrá que pensar en el papel que han jugado en las instituciones durante estos meses, y preguntarse por qué parte de sus votantes, aun siendo una minoría, han preferido no volver a votarles.

Y es que los giros ideológicos (y los compañeros de cama extraños) son peligrosos, tanto para los medios de comunicación como para los partidos políticos.

Por otro lado, como agnóstico que soy (no me declaro ateo por humildad), me cuesta creer en cosas que no son demostradas o no veo con mis propios ojos. Ni me creí las acusaciones de pucherazo en Venezuela ni me las creo en España.

Adelantándome a que alguien me acusé directamente de traidor o hereje, voté a Unidos Podemos; sin ninguna devoción, pero les voté. Al fin y al cabo, en mi vida solo he sido devoto de alguna mujer, ni siquiera de Woody Allen.