Berlanga sobre Berlanga

Hace un par de años escribí una crónica para el periódico digital «El Submarino» sobre un coloquio con José Luis García Berlanga acerca de la figura de su padre: Luis García Berlanga. Como la crónica original ya no se puede leer en la web del medio universitario y el contenido me parece más que interesante, he decidido repescarlo para mi blog:

José Luis García Berlanga habla sobre la obra de su padre en las XIV Jornadas de historia y análisis cinematográfico, organizadas por la Generalitat Valenciana, Culturarts y la Universidad CEU Cardenal Herrera

 

El pasado 11 de diciembre, La Universidad CEU Cardenal Herrera inauguro la XIV edición de sus jornadas de historia y análisis cinematográfico. El acto de apertura estuvo presidido por la rectora del centro académico, Rosa Visiedo, el director de CulturArts, José Luis Moreno, y la impulsora de la actividad junto al periodista Salva Torres, la profesora Begoña Siles, y el guionista, productor y director de cine José Luis García Berlanga, hijo de Luis García Berlanga. Las jornadas se centran en la obra de Buñuel, Hitchcock y el ya citado Berlanga, y en el papel que juega el amor en sus películas.

Tras la proyección de ‘Novio a la vista’, el hijo del director de la cinta desgranó las características generales de la filmografía de su padre y algunos rasgos de su persona y de la película en cuestión.

Al contrario de lo que se suele hacer hoy en día, ‘Novio a la vista’ no se rodó con sonido directo, sino que se dobló. En el estudio de doblaje, Berlanga añadía frases que no estaban originalmente en el guión, y  también se incorporaban improvisaciones de los actores. Se trata de una película muy coral. La cinta ser rodó en las inmediaciones del Hotel Voramar, en Benicasim, aunque los interiores están rodados en plató.

Según explico su hijo, Berlanga era un perfeccionista. Repetía tomas una y otra vez, alargando el rodaje tanto como podía. Le gustaba grabar en plano secuencia, para seguir a los actores hasta que el decorado lo permitiera. Solía hacer encabalgamientos sonoros y visuales en sus películas. Para crear sus personajes, Azcona y él se sentaban en la cafetería de El Corte Inglés a observar a la gente, y fabulaban sobre lo que veían. En su obra las mujeres están por encima de los hombres. Son las que mandan, las que imponen su voluntad al hombre. Berlanga se declaraba “homosexual lésbico”. Sentía adoración por las mujeres pero al mismo tiempo le parecían inalcanzables por su timidez. Una curiosidad del cine de Berlanga, es que la palabra ‘austrohúngaro’ aparece en todas sus películas. En las tres primeras fue casualidad, pero al darse cuenta de ello lo convirtió en un fetiche.  Era muy curioso, cualidad que su hijo ha tratado de transmitir al público asistente, concretamente curiosidad por el cine europeo.

El fetichismo del director de ‘Plácido’ era conocido. Fantaseaba con el ‘bondage’, una técnica sexual que consiste en atar a la pareja de cama, tal vez como válvula de escape frente a esa inferioridad que sentía respecto a las mujeres, se ha aventurado a decir su hijo.

José Luis García Berlanga ha lamentado que hoy su padre no podría hace su cine porque no encontraría productor para sus películas, y que peor que la censura al uso es la censura económica.

Las jornadas continuarán el próximo lunes en el palacio de Colomina.

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Café en torno a Ovidi

Como si se tratara de una de las tertulias del Café Gijón o El Café de los artistas, la Mostra Viva del Mediterrani reunió el pasado domingo alrededor de una mesa de la cafetería del MUVIM, a personas que conocieron a Ovidi Montllor, y personas que simplemente apreciaban su obra: La del artista, el cantante, el payaso.

No estaba Fernán-Gómez, ni los hermanos Machado, ni Hemingway, pero estaba Rosana Pastor, el crítico de cine Jorge Castillejo, el director de cine Toni Canet, Elena Montllor, hija de Ovidi, y el presidente de Mostra Viva Vicent Tamarit, director además del docudrama L’Ovidi: El making off de la pel.lícula que mai no es va fer.

Aunque no estaba anunciada su presencia, también intervinieron el eurodiputado Vicent Garcés y el crítico de cine Antonio Llorens.

El acto, moderado por Santo Juan, comenzó con la entrega de una reproducción de la escultura Ponts del Mediterrani, obra de Pablo Sedeño, a Elena Montllor, de manos del propio Santo Juan.

La hija del cantautor compartió con los asistentes un retrato intimista del homenajeado. A veces los artistas tienen horarios diferentes a los de los estudiantes, era el caso de Ovidi y Elena Montllor. El actor solía levantarse a la una de la tarde, y comer a las tres era un poco pronto para él. Por la tarde era más fácil coincidir. Elena recordó que al volver de clase, solía encontrárselo en su butaca estudiando algún guión. Otras veces lo encontraba acompañado por sus músicos.

Toni Canet, que dirigió al alcoyano en Amanece como puedas, recordó la ilusión con la que Montllor volvió a Alcoy para rodar la película. Así mismo, le describió como un actor muy meticuloso y serio en su trabajo. Sin embargo, al apagarse los focos era un tipo extremadamente divertido. Una vez que estuvo rodado el último plano, el equipo de Amanece como puedas salió a celebrarlo, como es tradición en el mundo del cine. Al volver al hotel, Canet intentó entrar a su habitación pero se dio cuenta de que se había confundido. El número que figuraba en la puerta no era el de su habitación. Esa noche todo el equipo se confundió de habitación. Los equívocos no fueron causa del café licor alcoyano, más bien de una fera fortge alcoyana que se había dedicado a cambiar todos los números de las puertas.

Esa no sería la única historia que compartiría el realizador.

Rosana Pastor conectó muy bien con Ovidi durante el rodaje de Monte bajo (Julián Esteban). Ambos dejaron su tierra para trabajar en Barcelona, y compartían su identificación con els paÏs.sos catalans.

El hecho de que la actriz no viera como Montllor se iba apagando, refuerza su sensación de que se lo puede encontrar cualquier día por la calle. «Siento su presencia, tengo la sensación de que se fue hace poco tiempo porque sigue vivo en sus fotos, en su música, en sus películas». Esa presencia impalpable de Ovidi estuvo muy presente en el rodaje de L’Ovidi: El making off de la pel.lícula que mai no es va fer, en la que Pastor se interpreta a sí misma.

Esta foto de Laura Pérez refleja la cercanía entre los contertulios y el público.

Esta foto de Laura Pérez refleja la cercanía entre los contertulios y el público.

Precisamente, el director de la cinta Vicent Tamarit, quiso ilustrar con dos anécdotas la actitud de los directivos de Canal 9 frente a la posibilidad de coproducir un biopic sobre el autor de Perquè vull. Ovidi estaría interpretado por Eduard Fernández, y a la cadena pública les preocupaba saber si los actores catalanes hablarían en catalán o en valenciano.

Durante las negociaciones, Canal 9 planteó la posibilidad de hacer un película sobre otro músico alcoyano: Camilo Sesto.

Esa no sería la última vez que saldría Canal 9 en la conversación.

Montllor dejó de cantar en los 80, pero según Tamarit “El cine ganó un actor”.

Por su parte, Jorgé Castillejo también quiso reivindicar la figura del Ovidi actor, un actor mirado a veces con desconfianza por sus compañeros por el hecho de ser músico, y rechazado por músicos por el hecho de ser actor. Un actor que trabajó en más de cincuenta películas, y al que podían haber aprovechado más en opinión del periodista. Además, el crítico lamentó que en muchas de ellas estuviera doblado, privando al público de su voz. Antonio Llorens quiso poner en contexto la afirmación de su colega, y explicó que en los 80 era una práctica habitual en España doblar las películas, ya que no se rodaba con sonido directo. Castillejo alabó el trabajo de Montllor en el teatro y la televisión, donde sí se podía apreciar la interpretación del actor sin el artificio del doblaje, destacando su labor en Lletres catalanes, un espacio de obras de teatro en catalán producido por TVE para Cataluña y Baleares. Algunas de las obras en las que Ovidi intervino se pueden ver en la web de la entidad pública, es el caso de El café de la Marina, A les 20 hores, futbol y Josafat .

Vicent Garcés habló del veto político al que se sometió a los miembros de la cançó como Raimon o el propio Ovidi. «Intentaron borrar la memoria histórica, la evidencia de que existe una lengua propia y lo hacían vetando la expresión cultural»,

Ese veto no se limitaba a la contratación por parte de ayuntamientos, también se extendía a RTVV,  o eso creíamos. Estábamos equivocados. Canal 9 quería que Ovidi Montllor trabajara para la cadena, o al menos lo quiso en una ocasión. Fue en la serie Benifotrem, dirigida por Toni Canet. El realizador propuso a otros actores, pero todos fueron rechazados. La cadena estaba interesadísima en que fuera Ovidi el elegido. Canet no quería que Montllor hiciera ese papel, y no quería por la misma razón que hacía que la cadena le quisiera como protagonista: El cáncer de Ovidi. Canal 9 pensó que si moría durante la grabación sería un buen impulso para la serie.

Nunca conocí a Ovidi Montllor, y no puedo saber qué pensaría de los homenajes que le han dedicado a lo largo de este año. Tal vez repitiese la frase que pronunció en el homenaje a la Nova Cançò que se celebró en el teatro Calderón de Alcoy en 1994:

“M´heu fet tocar el cel”.

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Foto: Laura Pérez. De izquierda a derercha Tamarit, Canet, Castillejo, Pastor, Montllor, Garcés y Juan.

¿Has entrevistado a Wyoming?

Llegué a La Nau a eso de las seis y cuarto, El GraWyoming presentaría su libro «No estamos locos» a las siete, en un acto organizado por la cartelera Turia, con motivo de sus cincuenta aniversario. El paraninfo se quedó pequeño, así como otra sala que habilitaron para verlo por televisión, y el salón de actos de la facultad de filología.

Podría haber intentado ver el acto desde la otra sala, porque realmente me apetecía ver la presentación, pero no quería hacer una crónica sobre el acto, si no una entrevista, y temía que entre que saliese de la sala y llegase a las puertas del edificio, Wyoming hubiera abandonado el edificio cual Elvis Presley en su último concierto, así que decidí esperarme al pie del cañón.

Fuera esperaban unas cien personas, entre ellos, un hombre de pelo cano visiblemente exaltado, que animaba a la masa a gritar que Wyoming abriera la puerta del paraninfo. Algunos le siguieron tímidamente, pero daba igual, su voz resonaba en todo el patio.

También había un colectivo uniformado con camisetas negras, con proclamas en contra de la clase política.

Un grupo destacaba por sus chalecos rojos, eran los ex trabajadores de Canal 9.

En estas, vi a Tonino Guitián y pensé: “Él sí que tiene experiencia en conseguir entrevistas sin estar acreditado”. Me pregunté en qué lugar se situaría si estuviera haciendo un reportaje para el Caiga Quien Caiga ¿En la salida del edificio?  ¿En la salida de la sala? Para más inri, La Nau tiene tres salidas ¿Por cuál saldrían? Finalmente decidí quedarme ante la puerta de la sala.

Las puertas se abrieron. El público iba saliendo, y al fondo se podía ver a Wyoming, todavía firmando libros pacientemente.  Entré en la sala siguiendo a un cámara y un microfonista. Esperé a que todo el mundo tuviera su libro firmado o su foto para abordarle.

-Wyoming por favor: ¿Cuatro preguntas sobre música?- Dudó un segundo -¿Cuatro preguntas sobre música? Venga, dime-La primer pregunta se la hice mientras andábamos, pero luego se paró pacientemente para continuar la entrevista, a pesar de que el vicerrector de la universidad, Antonio Ariño, parecía tener ganas desde hace rato de que el acto finalizara.

Hubiera sido un buen final para cuatro horas de espera, pero la grabadora me jugó una mala pasada. Las instrucciones estaban equivocadas. Había que pulsar la tecla “rec” dos veces en lugar de una para que comenzara a grabar. Para una vez que me leo las instrucciones de un aparato, y va y están mal. Solo se registro un “No me jodas, me cago en la puta”, que escupí al darme cuenta de que hasta ese momento no había grabado nada.

Al rato me llamó mi madre al móvil:

-¿Has entrevistado a Wyoming?

– Entrevistarlo sí, pero no se ha grabado nada.

¿Fin de la historia? Para saberlo tendréis que escuchar mañana lunes “Teloneros y estrellas”, mi programa de radio. En directo, de 15:30 a 16:00 desde aquí, o en diferido desde aquí.

Las colas llegaban hasta la calle. Foto de "El Flaco" García Poveda para La Turia

Las colas llegaban hasta la calle. Foto de «El Flaco» García Poveda para La Turia

Los Goya desde el bar

Llego con tiempo al Café Bombón, donde he quedado para ver Los Goya con algunos miembros del Aula de cine de la Universidad de Valencia, o el Cine fórum Atalante, según se mire. Es como el milagro de la santísima trinidad pero en modesto, son dos organismos en vez de tres, aunque siendo dos, son uno. Pues eso.

Su vicepresidente Héctor Gómez (el primero que no tiene claro si es vicepresidente del Cine fórum o del Aula de cine), piensa que nadie del grupo habrá visto alguna de las películas que optan a llevarse los cabezones. Aun así, propone que cada uno elija una película al azar, y celebrar cada premio que le den como si fuéramos unos auténticos fans de esa cinta, unos “Believers” culturetas.  El escoge “Stockholm”.

Empiezan las apuestas. Rafa Montesinos dice que “Stockholm” ganará dos Goyas. Se viene arriba y concreta más: Dirección novel y actor revelación. Uno de dos. Javier Pereira ganó el premio al actor revelación, pero el premio a la dirección novel se lo llevó Fernando Franco por “La Herida”. Héctor, decide, muy democráticamente, que Amelia vaya con “La gran familia española”. Esta, enseguida se declara muy fan de Raúl Arévalo. “De Raúl ¿eh?”apostilla para diferenciarlo de Daniel Sánchez Arévalo (o tal vez de Paco Arévalo).

Por fin llegan las cervezas, y un Trina de limón, siempre hay algún revolucionario que va a contracorriente.

Rafa, un hombre de imagen respetable, saca el hooligan que lleva dentro al ver aparecer a Tito Valverde por la alfombra roja “¡Ese Tito!

El entregado reportero, a pie de alfombra, habla del amor al cine español. “¿Amor? ¡Pero si no hemos visto ninguna película! Se enciende Rafa.

Todavía no ha comenzado la entrega de premios (a pesar de que ya llevo medio folio escrito), estamos a tiempo de escoger nuestra película para la quiniela. “Yo Caníbal, y tú Las Brujas de Zugarramundi”, le ordena Teresa a su resignado novio. Mi Beatlemanía me hace inclinarme por “Vivir es fácil con los ojos cerrados” ¡Para ojo el mío! La gran triunfadora de la noche.

Llegan las nominaciones a mejor actor revelación. Mirad si es cinéfila esta crónica que antes he hecho un flashforward y ahora un flashback.  Amelia está entusiasmada con la posible victoria de Berto “Si se lo dan, voy a gritar”. La indignación hace acto de presencia cuando se anuncia que el ganador es Javier Pereira “¡Pero si ese ha hecho un montón de pelis y series”. Hector, por supuesto, está muy satisfecho.

Aparece Miguel Ángel Muñoz para entregar el premio a la mejor dirección artística. Héctor pronuncia su apodo con deseo ¡MAM…!

El realizador se fija en Enrique Cerezo “¡Es clavao a Richard Gere!”.

Es el turno del presidente de la Academia, Enrique González Macho. Hector verbaliza su intención de ir al baño. González hace un discurso crítico con el ministro Wert (el ministro con nombre de eructo, que diría Xavi Castillo), y hace balance de su presidencia, pero lo más comentado es su costumbre de chuparse el dedo cada vez que pasa página.

Se anuncian todos los nominados a premios relacionados con el cortometraje del tirón, para hacer la gala “más corta”. Los presentadores van vestidos con trajes patrocinados por Adecco, una empresa de trabajo temporal. Muy apropiado.

El aburrimiento hace mella en Amelia “Esperáis demasiado de estas cosas”.

Manel Fuentes hace un chiste sobre James Bond matando comunistas, y el realizador encuadra a Pilar y Javier Bardem.

Hay un número musical. Igualito que los que protagoniza Neil Patrick Harris. Se ven imágenes de una orquesta, pero no suena. Nosotros también nos hemos quedado mudos.

La nominación de Belén López como mejor actriz revelación también causa estupor ¿Después de 10 películas revelación?

Finalmente, Natalia de Molina se hace con el galardón. Su discurso provoca más risas que los chistes de Manel Fuentes.

Llega el mejor momento de la gala, el humor chanante de Ernesto Sevilla y compañía. El Tejero transformer es impagable.

Y el premio a la mejor interpretación masculina de reparto es para Roberto Álamo, que se lo dedica entre otros, a los actores que no trabajan. Gracias Roberto, por la parte que me toca.

Desde que se entrega el premio a la mejor película iberoamericana hasta que entrega el de mejor documental, no puedo decir nada porque estaba en el baño. Podría inventármelo, total, algún crítico de cine hace sus críticas en función de los diez primeros minutos de la película, y el resto se lo imagina.

El Goya a Javier Cámara es muy celebrado en la cafetería.

David Trueba aprovecha para hacer una sutil promo de su libro “Saber perder”. Sus discursos gustan “Como se nota que este hombre es guionista”.

Termina una gala que he visto un año más por la tele, igual que la mayoría de los profesionales del sector audiovisual.

  

CRONICA DE LA I MUESTRA “CORTOS CON RECORTES”

El pasado sábado, tuvo lugar en el espacio cultural Fusionart (Valencia), la primera edición de la muestra de cortometrajes “Cortos con recortes”. En una esquina había dos sofás situados en forma de L, junto a un grupo numeroso de sillas de todo tipo, que cada espectador situaba donde le parecía, intentando esquivar las columnas y las cabezas de los otros en un ordenado caos. Recordaba a los cines al aire libre que aun se pueden ver en las plazas de algunos pueblos y barrios. El acto empezó con un discurso reivindicativo de Ricardo Arias, único organizador del evento junto a Fusionart, que cedió su espacio. Arias (actor y director) arremetió contra los recortes del Gobierno español, especialmente en áreas tan importantes como la sanidad o la educación, y reivindicó que los cortometrajistas siguen ofreciéndonos sus trabajos a pesar de la que está cayendo, porque mantienen su ilusión por vivir y por compartir sus historias.

Pero no se lleven a engaño porque allí hubo más que cortometrajes. También pudimos escuchar el violonchelo de Mathilde Weibel, que guiaba a la bailarina Natalia D Annunzio. Juntas amenizaron la proyección de unos cortos muy distintos entre sí. Pudimos ver cortos de temática social como Ring ring de Fred Nuñez, que situa la acción en Bolivia; cortos con un toque de humor friki como Molecular zombi del ganador de dos Goyas Pablo Llorens, comedias absurdas como Tiquismiquis de Gabi Ochoa, que cerró el pasado festival de Málaga con su primer lagometraje El amor no es lo que era.

Las proyecciones se llevaron a cabo con la presencia de los directores Cesar Tormo, Carlos Latorre, Lucien Migue, el propio Ricardo Arias y un servidor.

Durante la proyección del corto Se llamaba Bernarda (Lucien Migne), un joven se desplomó a escasos centímetros de mí, impresionado por la sangre. Afortunadamente, no había ningún médico en la sala pero sí un estudiante de medicina, y el joven fue atendido de inmediato. La proyección del corto no llegó a pararse a pesar del incidente, evocando el espíritu de la orquesta del Titanic.

Tanto Arias como como Fusionart se felicitaron por la notable asistencia de público “a pesar de competir con la final de la Champions”.

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