Entrevista con Alberto Barberá: Artista marcial pacífico

 

 

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La cultura asiática sigue muy presente en la vida de Alberto Barberá y en el cuarto donde pasó su infancia, que permanece inalterable; como esperando el regreso del niño  que se fue.

Alberto Barberá reparte golpes en sus películas, pero se enfrenta a las hostilidades de la vida armado con palabras.

El rodaje de su último cortometraje de acción sirvió de pretexto para dialogar con él : Un valenciano amante de la cultura asiática y heredero oficioso de Bruce Lee, que se acercó a las artes marciales porque en el instituto le pegaban “más que a una alfombra vieja”.

Hace meses que no sube vídeos a su canal de Youtube ¿Qué está preparando?

Hoy he estado grabando un vídeo, y dentro de poco no subiré uno, si no tres. He cambiado el proceso al hacer los vídeos: Antes grababa el vídeo, y hasta que no estaba montado no hacía el siguiente. Ahora empiezo a montarlo, y durante el proceso de montaje grabo el siguiente. Así luego, cuando vaya subiéndolos, será algo más progresivo. El proceso de montaje es bastante largo. Me encanta hacerlo, pero cuesta si quieres hacerlo bien.

Lo más común es especializarse en una disciplina de las artes marciales, pero usted practica muchas de ellas.

Sí, empecé practicando taekwondo; luego tuve una serie de experiencias callejeras que me hicieron replantearme el concepto de defensa personal que estaba recibiendo en las clases, así que pasé a estudiar la filosofía de Bruce Lee y del jeet kune do, donde se manejan varios estilos. Empecé a practicar también kung fu, boxeo…En la universidad teníamos clases de judo; he probado también kali filipino con armas, y también he estudiado algunas técnicas de jiu jitsu y valetudo. El camino de las artes marciales es muy enriquecedor, y desde luego se lo recomiendo a cualquiera.

¿La gente que practica artes marciales suele ser violenta cuando baja del tatami?

Puedes encontrarte gente violenta; o gente que deja toda su frustración dentro del gimnasio y cuando sale es más pacífica que gente que practica otro tipo de deportes, hay de todo.

¿Está bien visto hacer películas de acción entre quienes practican artes marciales?

En el mundo de las artes marciales hay de todo. Hay gente que tiene complejo de inferioridad, lo cual hace que vuelquen alguna de sus emociones negativas contra aquellos que se atreven a hacer proyectos audiovisuales, o a dar pasos que ellos nunca harían.

Ucronia, su primer cortometraje de artes marciales, no le acabó de convencer, de hecho está oculto en Youtube ¿Qué cree que le falta?

Lo que diferencia a Ucronia del resto de vídeos de ficción que tengo en mi canal es el humor y la diversión. Es un corto demasiado oscuro; demasiado ambiguo en ocasiones, y tal vez le falta esa chispa que le haga llegar al gran público, pero tampoco estoy muy descontento con el resultado, aunque es verdad que está oculto. Lo primero que uno hace siempre gusta menos que lo segundo.

Red Freak Figther compitió en varios festivales de cine por todo el mundo, incluso llegó a recibir algún premio ¿Por qué no ha seguido mandando sus cortos a festivales?

No tengo especial interés en que mi corto se vea en un festival, me gusta más que esté disponible en Youtube para el gran público.

¿Cómo se tomó que los youtubers Auron Play y Alioli parodiaran su vídeo Cómo pelear estilo Dragon Ball? 

Todo en esta vida tiene un lado bueno y un lado menos bueno. Tal vez pueda parecer que es algo negativo, pero tiene cosas muy positivas.

¿Cuál fue el lado positivo?

La publicidad, más suscriptores, más visitas, más gente que te conoce… También te ayuda a nivel interior, aceptas las críticas sin tomarlas como algo personal. Si alguien hace un vídeo donde no hablan muy bien de ti y lo ven dos millones de personas puedes sentirte un poco intimidado, pero también sirve para reflexionar y ver todo con una perspectiva más relajada.

¿Cómo empezó su pasión por la cultura asiática?

El mundo de los videojuegos, el mundo del manga y el anime es lo que me llevó a interesarme por Japón, además de las artes marciales chinas. Cuando ese interés empezó a caer, a los 20 o 21 años, encontré una novia japonesa, y obviamente el interés creció. A raíz de eso aprendía a hablar japonés. Luego fui a una academia en Japón, ya sin estar con esa chica, y aprendí de la mano de nativos. Me resulta muy enriquecedor el contraste con nuestra cultura. Creo que es algo muy positivo, y que le hace a uno reflexionar a nivel antropológico, y sobre la sociedad en las que vivimos.

La entrevista terminó donde empiezan muchas otras: En un restaurante, y como no podía ser de otra manera, asiático.

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ENTREVISTA A CARLOS MADRID, DIRECTOR DEL FESTIVAL DE MEDIOMETRAJES ‘LA CABINA’

Hace siete años, Carlos Madrid se comprometió a mover por festivales un corto de 22 minutos dirigido por un amigo. La duración del mismo le llevó a plantearse qué salidas tendría si durase media hora, es decir, si fuese un mediometraje. Las respuestas que encontró le llevaron a crear ‘La cabina’, el primer festival internacional (en Francia hay uno nacional) de mediometrajes.

Pregunta: ¿Qué países destacan en la producción de mediometrajes?

Respuesta: El que más destaca es Francia, aunque también son muy fuertes Alemania y últimamentePolonia. Alemania y Francia son fuertes porque respetan el cine desde el ámbito cultural y lo respetan como industria. Ellos producen porque también emiten. El canal Arte (franco-alemán) y el canal France 2 no solo emiten mediometrajes, además los producen, lo cual anima a muchos franceses a realizar los suyos. Polonia  tiene el Studio Munka. Está relacionado con una escuela de cine que permite rodar trabajos de fin de carrera. De ahí ha salido mucho talento. Hemos tenido 5 mediometrajes polacos este año y 6 franceses.

P: ¿Por qué crees que en España no ha triunfado el formato, a pesar de contar con un mediometraje de éxito como ‘La cabina’?

R: Las circunstancias en las que se hizo “La cabina” (Antonio Mercero, 1972) son muy diferentes a las de ahora. En el año 72 solo había un canal de televisión. Ahora hay muchísimos canales, el Ministerio de Cultura es otro, con cosas mejores y peores. Ahora mismo la industria del cine español solo se entiende como industria desde las productoras privadas.  El Ministerio de Cultura, desde tiempos inmemoriales, sea el PP sea el PSOE quien lo haya gestionado, ha tenido una política nefasta. Ha producido muchas películas pero no ha hecho fuerza para que se estrenaran. Se ha tirado mucho dinero a la basura, solo para que un grupo de creadores hiciera unas obras que el público no ha podido disfrutar. Si el Ministerio de Cultura ya lo hace así de mal con los largometrajes, con los mediometrajes ya ni hablamos. ¿Cómo vamos a esperar que mime algo que desconoce totalmente. Esto hace que los que tienen una idea para plasmarla en una película de 40 minutos la sigan dejando en el cajón.

P: ¿Qué valoración haces de esta pasada edición de ‘La Cabina’?

R: En números muy buena. Ha sido determinante el cambio de sede. Ha sido muy satisfactorio tanto el trato con el equipo de La Filmoteca como el aumento técnico de las proyecciones, y el aumento numérico de espectadores. Hemos tenido alrededor de 4000 espectadores, un 30% más que el año anterior. Además creamos una  sección en colaboración con en el Instituto Francés con mediometrajes de este país. Se ha seguido una buena política de comunicación y la calidad de las películas ha hablado por si sola. No nos podemos quejar.

P: Si tuvieras que elegir un mediometraje, ¿cuál sería?

R: No podría quedarme con uno solo. Tal vez  ‘Ojos cerrados’, un mediometraje alemán que inauguró la 5ª edición del festival. Es un mediometraje sobre una niña que ante los problemas económicos de su familia decide subastar su virginidad en internet. Una película con mucha personalidad.

P: ¿Y entre los clásicos?

R: ‘El Chico’, de  Chaplin o ‘Tres edades’, de Buster Keaton.

Si quieres saber más del festival visita La Cabina  o mira este vídeo con los ganadores de la última edición

Carlos Madrid

Entrevista a Luis Ponce, coautor de la web serie «La última falla».

Recupero una entrevista que le hice al director Luis Ponce con motivo del estreno de la web serie “La última falla”. Los textos no tienen sentido sin un lector.

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El equipo de “La última falla”. Luis Ponce, segundo por la derecha.

“LA ÚLTIMA FALLA” SIGUE TRIUNFANDO EN LA RED

La serie on line valenciana, ha conseguido una notable repercusión en la red y en los medios de comunicación en su primer año de existencia

Hablamos con Luis Ponce, coautor junto a Juan Torres (Antena paranoica) de “La última falla”. Una comedia de situación que aborda en seis capítulos de unos diez minutos, un futuro cercano en el que las fallas y la propia Comunidad Valenciana han desaparecido, y que se puede ver en la página www.laultimafalla.com

Ponce empezó haciendo cortos de animación desde 1999 con su productora Sock films (antes Sock productions), hasta que en 2005 decidió cambiar los dibujos por actores de carne y hueso “Tratar con actores me parecía difícil, y prefería hacer animaciones con mi hermano” aun así, “Sigo empeñado en hacer algo como South Park pero contando las miserias de nuestro entorno”.

Con el tiempo, no solo le perdió el miedo a los actores, además encontró a su actor fetiche, Rosendo Sanmartín, quien también participa en la serie “Es un gran actor y suelo escribir pensando en él. Lo queríamos de Madrileño, pero Vicente y él tienen mucho en común”

En 2001, formando un tándem con Pruden Castilla, ganó el premio del público en  categoría escolar de Cinema Jove, por el cortometraje “Historia de España en unos minutos”. Según Ponce “Entonces nos creíamos Haneke en el festival de Cannes”

La mayoría de los niños que son premiados anualmente en esa sección, no pueden participar posteriormente en la sección oficial, ante la exigencia de mandar una copia de los cortos en 35mm (formato cine), algo al alcance de muy pocos cortometrajistas “El director del festival, Rafael Maluenda, lo hace muy bien, pero la barrera entre el 35mm y el video tiene que desaparecer. Se hace para dividir los cortos con medios de los que no los tienen, pero tener más medios no implica hacer algo más interesante”

De trabajar con pocos medios, sabe bastante el director valenciano “En La última falla, hemos gastado dinero en comida y algo de pintura. La serie ha salido adelante por un grupo genial de profesionales que no cobraban.”

Pese a hacer el grado medio de laboratorio de imagen, un grado superior y numerosos cursos del paro relacionados con el audiovisual, nos cuenta que “He cobrado una o dos veces por hacer el trabajo para el que me preparé. El estudio del audiovisual está mal estructurado”

En relación a su pareja artística, reconoce que “Juan Torres es mucho más trabajador que yo. Sin él, igual habría guardado los guiones en pdf y me habría dedicado a jugar “al pro” en vez de rodar la serie” Su fe en él, va más allá de los gags “Si alguien me dice que un chiste mío no tiene gracia le daría un puñetazo pero si me lo dice Torres me lo creo, confío en su criterio y él confía en el mío. Si mañana conociese a una chica le consultaría primero a él y si no le gustase la mandaría a paseo”

El ex reportero de CQC Tonino Guitian es el hilo conductor de los capítulos y Ximo Bayo intervino en el primero de ellos. Ponce recuerda que  “Les pareció una idea graciosa y fueron muy generosos”.

Ya hay quien fantasea con un cameo de El tio Masclet “Me dijo que le hubiera gustado participar, se lo tendremos que proponer. En su día aquel vídeo me inspiró mucho para escribir comedia”.

Pero para eso, tendría que haber segunda temporada “Por mí habría nueve temporadas. Tenemos muchas tramas, muchas ideas y muchas ganas de seguir haciendo cosas con todo el equipo”

 

Entrevista a Antonio Llorens

Puedes ver las dos primeras preguntas en el vídeo, y seguir leyendo la entrevista a continuación.

Entrevistamos al crítico y director de cine Antonio Llorens, firma habitual de la Cartelera Turia, y realizador de títulos como el premiado “Un cuento chino”, “Marxmadera”, o “Aprés le trou”, su primer y único largometraje hasta el momento.

Nos recibió en un despacho cedido amablemente por el IVAM, donde tenía que presentar un ciclo de cine social.

¿Cómo es la experiencia de dirigir junto a otra persona?

Yo no dirijo con otra persona desde que tenía 20 años (risas). Empecé haciendo Súper 8. Éramos los del maldito cine independiente de los años 70. Entonces codirigía mis películas con Pedro Uris. Fuimos juntos al colegio y seguimos siendo compañeros en Cartelera Turia. Somos vidas paralelas, pero hemos codirigido solo estos cortos en Súper 8, y un documental sobre cines desaparecidos, en el año 86. Hace casi 30 años que no codirigimos nada. En todo caso, cualquier película seria es una labor de equipo.

¿Es difícil ser crítico de cine cuando haces cine?

¡Esa es muy bonita! (por la pregunta) Yo empecé a acercarme al cine como espectador, como crítico, pero no publiqué críticas en una revista hasta que entré en Turia en 1974. Escribía para folletos de cineclubs y festivales, y antes de entrar en la cartelera ya había rodado películas en Super 8 porque me gustaba dirigir cine. Rafael Azcona decía: “Hay quien dice que los críticos de cine son cineastas frustrados, yo digo que los críticos son críticos frustrados”.  Creo que no tiene nada que ver. Chabrol, Godard o Truffaut fueron críticos antes que cineastas, y luego fueron directores ejemplares. A su vez, también hubo documentalistas ingleses que después escribieron textos. No es extraño encontrar esa ida y vuelta. No creo que haya incompatibilidad, si no que todo pertenece a lo mismo. Un cineasta debe ser también crítico; ver otras películas; aprender continuamente. El problema está en la actitud. Es bueno escribir una crítica y contrastarla con el director. Por otro lado, hay críticos que cuando les leo, me doy cuenta de que no han visto la película que tendrían que haber visto, ni las películas que tendrían que haber visto antes, ni han sido capaces de asociar una cosa con la otra.

¿Te has encontrado alguna vez con un director al que le hayas puesto un cero?

El crítico que pone un cero en una película, luego no quiere hablar con el director, no sea que no le haga gracia, y el director al que le han puesto mal su película no quiere hablar con el crítico. En mi caso, con Pablo Berger por ejemplo, me fue muy bien. Yo hablé mal de “Torremolinos 73”, me lo encontré en una presentación de su película, y el productor nos presentó para que le contase a Pablo mi punto de vista. Por contra, también me encontré en un festival con un director, fui uno de los pocos que hizo una mala crítica de su película, se me acercó, y me dijo: “Contigo ya no hablo porque me has puesto mal”. Depende mucho del carácter de unos y de otros.

¿Ahora mismo Internet es el gran canal de los cortometrajes, sin embargo sus trabajos no están en ninguna plataforma de Internet, por qué?

Mis últimos cortometrajes; mis largometrajes; mis convencimientos están en 35mm y es muy importante verlos en un cine en 35 mm porque  no se parecen al DVD. Naturalmente los he pasado a DVD para poder verlos en ordenador, pero no es la manera de verlos. “Un cuento chino” es una película que está rodada como si se hubiese rodado en el año 23 y tiene que verse en 35mm en un cine; ver la carencia del celuloide; saber que es celuloide lo que está pasando con los pequeños saltitos y las rayitas, y que eso además te ayuda a entender que es una película del año 23 que has restaurado y has recuperado. Hay muy buenas producciones en digital en todos los festivales, y a partir del digital se puede entender que se pueda ver en las redes e Internet. Si uno hace algo es para que lo vea la gente que quiere verla, y que lo vea en condiciones. Mi único largometraje ha pasado a la historia como el largometraje capaz de hacer más festivales que espectadores. Internet está bien para contactar, para comunicar cosas, intercambiar opiniones. ¿Alguien se puede creer que puede conocer la obra de Modigliani por Internet? Puede intuir o entrar en contacto con la obra pero para saber la textura, las pinceladas y las dimensiones del cuadro hay que ir a una exposición .No voy a colgar mis trabajos en internet.

¿Qué le parece la subida del IVA del 21%?

He firmado una petición por internet, para que baje el impuesto a la cultura al 4%. La economía de la cultura hay que analizarla antes de saltar. El discurso del director de la academia en los premios Goya era muy claro: Atención a la cultura; con qué se está grabando y porqué.

¿Cómo ha evolucionado la “Túria” desde 1975?

Yo entré en 1974 pero la “Turia” se publica desde 1964. Ha evolucionado de mil maneras, son 50 años y del 1964 al 1975 se publica bajo la dictadura de Franco e incluso los tres primeros años no hay ley de prensa, ésta llega con Fraga, un sistema de multas podría haber acabado con la publicación. La etapa de 1974 que entro yo a escribir coincide con la transición, con la llegada de las libertades, la democracia etc. y hasta 1980 son los años de mayor difusión. Y evidentemente la evolución en 50 años con la llegada de las nuevas tecnologías, las propias crisis porque si hay crisis en el cine, el teatro, la danza…una crisis económica donde la gente no sale de casa, pues evidentemente, una publicación que vive y funciona en consecuencia del propio éxito y difusión de estas  diferentes áreas de la cultura pues se tiene que resentir.

¿Por lo general, suele encontrar más interesantes las secciones oficiales de los festivales o las paralelas?

Buena pregunta, esa es una generalización dramática. Hay festivales cuya sección oficial significa que son películas presentadas por primera vez en el mundo o en Europa, hay otros festivales que las películas de la sección oficial son las que han estado ya en otros festivales más importantes con lo cual hay festivales que tienen una sección oficial que vale la pena no perderse para nada y hay festivales que tienen una sección paralela que…por no hablar de las retrospectivas, que hay veces que vas a Berlín y evidentemente, si te dicen que elijas entre alguna película correcta de la sección oficial o la retrospectiva de la república de Weimar, o la edición que hicieron todo Buñuel, pues es más importante todo Buñuel. Yo creo que las películas hay que ser más abierto y entender que un festival de cine, las películas pueden ser esplendidas y en el margen de las restricciones y convocatorias de los festivales las películas tienen una vida que de repente te das cuenta de una enorme película en la historia del cine que nadie la había visto jamás, que no había pasado por festivales que no había estado en ningunos premios ni en un concurso ni en nada por el estilo y es una buena película que había estado escondida. Todas las secciones de un festival por un motivo u otro, dependen mucho de cómo sea el espectador. Por contra,  los periódicos españoles, los rotativos importantes tipo El Pais, El Mundo, La Vanguardia mandan solo a grandes festivales y suelen enviar a sus enviados especiales para que se ocupen solo de la sección oficial, lo cual lleva a veces a casos dramáticos porque se pierden una película de la sección paralela que es fundamental para entender una película de la sección oficial. Lo interesante seria que no hubiese prejuicios. Lo que pasa en los periódicos es que si no te dejan escribir de otra película, ¿para que vas a ir a ver una película magnifica de otra sección? puedes escaparte tú, pero no vas a poder decir nada sobre esa película. Yo voy a ver lo que me da la gana.

¿Tiene algún proyecto en marcha?

Una cosa que me caracteriza es que tengo muchos proyectos continuamente, o sea, ha habido una convocatoria del IVAC y he presentado un proyecto de largometraje pero no han dado ni un céntimo de ayuda, así que de momento no puedo rodarlo. Mientras estoy trabajando en otro proyecto, una cosa para DVD y una recopilación de imágenes de cortometrajes inacabados o imágenes perdidas en el tiempo por un motivo u otro que tampoco sé cómo terminara.  Siempre escribo cosas y como estoy al mismo tiempo organizando ciclos, viendo directores etc. Es muy importante la financiación de los proyectos y es penoso ver cantidad de películas magnificas producidas o realizadas en nuestro país que luego no llegan a las pantallas porque no tiene el planteamiento de producción que deberían tener, no han destinado la parte necesaria para la promoción y cuando quieres darte cuenta la película ya han pasado dos años y no puede ser incluida en festivales. Yo nunca hago una película sin tener claro la financiación. Cada minuto la creatividad funciona.

Pablo Gabaldón/Arantxa Sanchis