VOX, la televisión y los Millenials

¿Conocen al secretario/a general de PACMA? ¿Y al de Recortes Cero? ¿Quién manda ahora en UP yD?

Todos estos partidos consiguieron más votos en las últimas elecciones generales de los que consiguió VOX, sin embargo no recibieron atención mediática durante las autonómicas andaluzas mientras que el partido de Abascal sí.

VOX llenó Vistalegre y apareció en todos los medios como algo extraordinario, cuando otros partidos llenan recintos con aforo similar y no se le da ninguna trascendencia.

Los medios de comunicación no tienen el monopolio de la información, pero sí un peso todavía mayoritario, por lo que son un factor a tener en cuenta para preguntarse porqué se ha producido esta subida del partido de extrema derecha.

Pero también hay otros factores, como su presencia en las redes sociales o la difusión de sus ideas mediante  Whatshapp o  Telegram.

¿Los votantes de VOX de la Generación X y los Baby Boomers habrán oído hablar del partido por redes sociales y Whatshapp? Pues en menor medida que los Millennials, sin embargo, según varias encuestas (CIS, GESOP, Simple Lógica…),  el perfil del prototipo de votante de VOX es precisamente Millenial: Hombre universitario (el nivel académico varía en función de la encuesta), de mediana edad.

Una franja de edad en la que se consumen cada vez más contenidos en Internet y menos en los medios tradicionales. Y además consumen información con una multipantalla:

Mientras leen prensa digital o ven contenidos televisivos, tienen abiertas las redes sociales y consultan aplicaciones de mensajería.

En definitiva, los medios tradicionales han influido en el ascenso de VOX, pero el partido de extrema derecha ha hecho un buen trabajo en las redes sociales.

También es responsabilidad de los partidos políticos perder la confianza de sus propios votantes, principalmente del PP y Ciudadanos, o el desgaste del PSOE ( ahora con 14 diputados menos) después de gobernar durante 40 años, pero eso ya da para otra entrada.

Vox

Foto sacada de la cuenta de Abascal en Twitter. 

En busca del enémigo

Haciendo un riguroso y concienzudo estudio demoscópico tras las elecciones (vamos, que me he metido en Facebook a ver los muros de mis amigos), observo que muchos votantes podemitas responsabilizan a los votantes tradicionales de Izquierda Unida de los resultados de Unidos Podemos. Es más fácil buscar un enemigo que hacer autocrítica.

Decir que los resultados electorales de la coalición se deben únicamente a que los votantes de Izquierda Unida no han ido a votar me parece simplista ( al fin y al cabo, los políticos son los primeros que dan argumentos simplistas), es solo un factor más.

Para empezar, Alberto Garzón barrió en la Asamble Federal de IU y es el político mejor valorado, lo lógico (si la la lógica existe más allá de la filosofía) sería pensar que la mayoría de votantes de IU le han vuelto a votar.

¿Creen que gobernar en ayuntamientos o comunidades no desgasta? ¿Que no habrá quien le eche la culpa a Podemos de no haber llegado a un acuerdo con el PSOE? ¿Ningún votante de Podemos ha dejado de votarles por aliarse con Izquierda Unida? ¿Nadie a dejado de votarles por moderar su discurso? ¿Por decir que son de izquierdas en lugar de «los de abajo»? ¿Por decir que son socialdemócratas o socialistas? ¿La personalidad y actitud de Pablo Iglesias no influye para nada en los votos de Podemos? ¿Nadie se ha quedado en casa confiado en que el «sorpasso«estaba hecho?

Cada cual puede haber votado o dejado de votar por muchas razones, incluso contradictorias.

La dirección de Izquierda Unida también tendrá que pensar en el papel que han jugado en las instituciones durante estos meses, y preguntarse por qué parte de sus votantes, aun siendo una minoría, han preferido no volver a votarles.

Y es que los giros ideológicos (y los compañeros de cama extraños) son peligrosos, tanto para los medios de comunicación como para los partidos políticos.

Por otro lado, como agnóstico que soy (no me declaro ateo por humildad), me cuesta creer en cosas que no son demostradas o no veo con mis propios ojos. Ni me creí las acusaciones de pucherazo en Venezuela ni me las creo en España.

Adelantándome a que alguien me acusé directamente de traidor o hereje, voté a Unidos Podemos; sin ninguna devoción, pero les voté. Al fin y al cabo, en mi vida solo he sido devoto de alguna mujer, ni siquiera de Woody Allen.

El expresionismo y la vida

nosferatu1A menudo la vida me recuerda al expresionismo, a pesar de que este movimiento no buscaba ser reflejo fiel de la realidad. Pero en la realidad se imponen luces y sombras, como en aquellas películas de Murnau o Fritz Lang.
De sombras sabemos mucho en Valencia tras más de dos décadas del Partido Popular.
La luz la empezamos a ver con los grandes resultados de Compromís.
Pero en esta realidad valenciana, las sombras las representa la desaparición de Esquerra Unida en las instituciones públicas. Es injusto que un partido que siempre ha estado pegado a las luchas vecinales obtenga esos resultados. El partido que más propuestas ha presentado en el Consell, pese a que para la derecha, la oposición solo se ha dedicado a criticar.
Tal vez se le haya condenado por la guerra interna que tienen montada en Madrid; por los consejeros con tarjetas black; por no impedir a Monago gobernar en Extremadura. ¿Pero han tenido algo que ver Amadeu Sanchis e Ignacio Blanco en esas decisiones?
Ya estoy arto del expresionismo. Quiero que Valencia parezca una pintura luminista.